Cómo afrontar la vuelta al cole y al trabajo

Se acaba agosto y las calles de nuestras ciudades vuelven poco a poco a la normalidad. En Madrid se oyen otra vez los pitidos del tráfico; cada vez hay menos plazas de aparcamiento libres y las terrazas a medio día vuelven poco a poco a la calma de un martes cualquiera. Se acabaron las vacaciones. A partir de ahora volvemos a la rutina, los madrugones, las tareas del cole y las comidas con prisas.

Pese a que para algunas personas esta rutina es la fórmula mágica que les libra del caos y les permite volver a sus propios hábitos y retomar los quehaceres laborales que tenían desatendidos, para la mayoría de personas reincorporarse al mundo laboral o académico supone, al menos, una ligera tristeza y, en el peor de los caos, el llamado Síndrome Postvacacional. Este trastorno adaptativo es la sensación de hastío, bajo estado de ánimo, cierta apatía y falta de energía que sufren algunas personas tras su regreso estival.

¿Qué podemos hacer para adaptarnos mejor a nuestro día a día?

Para comenzar, yo recomiendo dos cosas:

1. Aprovecha estos sentimientos de hastío para evaluar si realmente quieres realizar algún cambio real en tu vida. Solemos pesar que los sentimientos negativos sirven únicamente para hacernos sufrir pero ojo, pueden ser también la motivación para realizar cambios y tomar decisiones importantes en nuestras vidas, así que sácale todo el jugo que puedas a estas sensaciones durante estas semanas y decide cómo quieres continuar tu vida.
2. Mímate y relájate. El Síndrome Postvacacional dura entre dos y tres semanas. En aproximadamente 21 días ya nos habremos readaptado a nuestra realidad no estival, así que no desesperes y trata de cuidarte esas dos o tres semanas para hacer el cambio más fácil.

¿Cómo podemos cuidarnos un poco más?

1. Adáptate a los horarios

Comienza a adaptar tus horarios antes de reincorporarte a la vida laboral o académica: adelanta tus planes de ocio y comienza a acostarte a la hora en la que lo harías durante el periodo académico o laboral.

2. Continúa con tus hobbies

Aprovecha que los días todavía son largos y no dejes atrás las actividades lúdicas que has disfrutado durante las vacaciones. A lo mejor durante el verano has caminado más y has descubierto que te gusta más de lo que pensabas y te sienta bien; sigue haciéndolo. O has probado la comida hindú y te ha encantado: prueba a hacer una receta nueva.

3. Planifica recompensas

Planifica pequeñas recompensas para los primeros fines de semana del mes. Y tómatelo así: recompensas. Esto no tiene por qué implicar un mayor gasto de dinero. Puedes ir a conocer una parte de tu ciudad que no conocías: un parque, un museo, etc., quedar con amigos que hace tiempo que no ves, o reservar un sábado para estar en soledad y ver esa película que te encanta o que llevas mucho tiempo queriendo ver.

4. No te centres en lo negativo

No te centres en lo negativo. La vuelta a casa y la rutina implica cierto orden, disfruta de ello. Todas las personas tenemos nuestras pequeñas rutinas que disfrutamos en el día a día y que en verano se pierden: pasar más tiempo en soledad, leer el periódico a media mañana, realizar actividades extraescolares o retomar nuestros hobbies, pasar tiempo a solas con nuestros hijos o hijas, volver a ver a las personas con las que trabajamos o estudiamos, etc. Si todo esto no te funciona, siempre puedes pedir ayuda a un profesional y no desesperes, ¡Las navidades están a la vuelta de la esquina!.

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