¿No puedes dejar una relación por dependencia afectiva y no por desamor?

La dependencia afectiva marca la linea entre quedarnos o no en una relación de pareja que no nos aporta, no nos nutre y nos agota emocional, mental y físicamente. Empecemos por definir el concepto: es la incapacidad de renunciar a cualquier fuente de placer, satisfacción, autorrealización o seguridad aunque te genere sufrimiento.

¿De dónde surge la dependencia afectiva?

Esta incapacidad de retirarte de un vínculo genera mucho sufrimiento y actúa igual que una adicción. Se asemeja al craving de las adicciones a sustancias (un deseo intenso de consumir una sustancia que, si no se realiza, produce un poderoso sufrimiento físico y/o mental):

• La preocupación por acceder ya sea a la sustancia o a la persona.
• El gran sufrimiento al no tener la sustancia o en caso de ruptura en las relaciones de pareja.

Hay tres claves fundamentales que te pueden indicar si estás o no en una relación sana o por otro lado de dependencia afectiva:

1. Si va en contra de tus principios; por ejemplo tu pareja es de ultraderechas y tú de ultraizquierdas, o él es del Kukuxklan y tú no eres racista.
2. No te puedes autorrelizar porque al otro le incomoda, no te hace vivir en paz y de consecuencia te hace mucho daño.
3. No te quiere. Esto no es negociable si su forma de querer no te convence. Agarrarse a la esperanza en el amor es algo espantoso.

¿Cómo saber si mi relación es dañina?

Tanto si sigues en esta relación dañina como si decides dejarla va a haber sufrimiento, esto es lo normal y esperable pero ¡ATENCIÓN! tenemos que cambiar un sufrimiento por otro, cambiarlo de carril.

• Sufrimiento inútil: Sigues en la relación durante meses, años. No observas ningún cambio. El sufrimiento que te genera no tiene una dirección, se da en el tiempo, su utilidad se pierde en el vacío. El tiempo junto a esa persona te va demostrando día a día que sus reacciones, comportamientos, actos, dinámicas son siempre las mismas. Te anclas en la esperanza de que puedes cambiar al otro, pero en la mayor parte de los casos no es así. No es así por la simple y llana razón de que el otro no quiere cambiar, está cómodo en esta relación en la que él o ella tienen el poder afectivo.
• Sufrimiento útil: Pasas por el duelo al romper con esa relación que no te hace feliz, no te nutre, no te hace crecer. Aquí el dolor va a ser inevitable. Es una pérdida y como tal hay que hacer un proceso de duelo, de cerrar esa relación, y claro, eso duele. Es como una muerte. Pero este sufrimiento tiene un propósito, es decir nos libera de ese malestar, de esa atadura que no te deja avanzar y que hace que te quedes ahí pequeñita o pequeñito.

Para aclarar todavía más las cosas si aún no tenemos claro si estamos en una relación solo por dependencia afectiva y nos causar dolor, sufrimiento, o no nos permite crecer sería bueno preguntarnos : "¿Usted quisiera este hombre como yerno, como esposo de su hija, o como nuera, como esposa de su hijo?" En la respuesta está la solución a su dilema. Para crecer como personas psicológicamente saludables en una relación hay que:

1. Defender tu autonomía, tu tiempo. Tener tus espacios, tus aficiones, tus amigos, amigas. Un tiempo en el que estar a solas contigo misma, contigo mismo.
2. No ser posesivo. Dejar libre a la pareja como a ti te gusta que te dejen libre, dejarle desarrollarse.
3. No crear adicción, puedo vivir sin ti. No eres una necesidad vital para que yo sea feliz; contigo estoy bien pero si te vas, mi mundo no se termina contigo.

Una, uno para ser independiente afectivamente hablando no tiene por qué no desear. Lo que se propone aquí es rescatar tu individualidad. Esto es, un egoismo responsable.  

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