¿Cómo afrontar un colapso mental? 9 signos de que estamos al límite

Si estás padeciendo durante una época larga de agobio, ansiedad y estrés, esto puede acabar causando efectos en tu funcionamiento diario. Cuando esto sucede, las personas pueden acabar padeciendo un mental breakdown o colapso mental, lo que implica no poder más con la situación que se está viviendo. Pero ¿por qué puede suceder y cómo afrontarlo?

¿Qué implica un colapso mental?

Cuando se hace referencia a un colapso mental, también conocido como mental breakdown, esto puede acabar implicando que las personas experimenten de síntomas emocionales o físicos muy intensos debido al estrés, el miedo o la ansiedad que pueden experimentar. Estas rupturas mentales pueden implicar que las personas se sientan desbordadas e incapacitadas para seguir su ritmo de vida.

¿Cómo saber si se está padeciendo de un colapso mental?

Una de las primeras señales que puede indicar que una persona está padeciendo de un colapso mental es la incapacidad de mantener el funcionamiento rutinario. Además, algunos signos que pueden indicar que estamos ante esta situación son los siguientes:

1. Preocupaciones excesivas: Una persona que está ante un colapso mental puede tener muchas preocupaciones alrededor de su situación actual y sobre todo de lo que puede pasar en el futuro.
2. Cambios en los hábitos: Muchas personas pueden intentar afrontar los sentimientos negativos propios de un colapso mental a través de hábitos poco saludables, como puede ser cambiar nuestra alimentación por otra más calórica o lidiar con las emociones negativas con el alcohol u otras sustancias.
3. Irritabilidad: Las personas que están a punto de colapsar pueden tener los nervios a flor de piel, siendo muy irritables ante cualquier situación. Esto puede comportar que vean afectadas algunas de sus relaciones más cercanas.
4. Dificultad para gestionar las obligaciones: Estar al límite también implica experimentar más dificultades para gestionar el tiempo y las obligaciones del día a día.
5. Aislamiento: Cuando una persona está a punto de experimentar un colapso emocional o mental, es muy común que se aísle de su entorno más cercano, intentando evitar el contacto con los demás debido al estrés o ansiedad que está experimentando.
6. Incapacidad de afrontar los cambios: Un colapso mental puede implicar un exceso de estrés que impida que las personas sean capaces de afrontar retos con todas sus facultades. Esto puede comportar poca flexibilidad ante los cambios.
7. Baja motivación: El exceso de estrés, ansiedad o miedos debido a un colapso nervioso puede implicar que las personas se sientan más desmotivadas, procrastinando muchas de las tareas de su día a día.
8. Pérdida de memoria: Otro de los síntomas que podrían indicar que se está ante un colapso mental es que sufras de una mala memoria constante. Esto es debido a que el estrés puede afectar nuestra atención, lo que implica que las personas hagan más errores en su día a día.
9. Falta de energía: Cuando se llega al punto límite, es normal que te sientas muy agotados de manera constante. Lo que puede suponer incluso levantarse con un estado de agotamiento físico y mental.

Estas son algunas de las señales que pueden indicar que una persona está padeciendo de un colapso mental o está en una situación límite. Si te sientes identificado, es importante que intentes abordar la situación de inmediato.

¿Por qué puede surgir el colapso mental?

Las personas pueden padecer de un colapso psicológico sobre todo cuando están pasando por situaciones que implican un exceso de estrés o de responsabilidades. Aun así, los motivos más comunes por los que puedes verte dentro en esta situación son los siguientes:

• Perfeccionismo: Las personas que se exigen demasiado pueden acabar teniendo demasiado peso en sus hombros, lo que implica que a la larga acaban acumulando mucho estrés.
• Sensibilidad emotiva: Cuando una persona es muy empática es más probable que padezca de un colapso emocional debido a que puede agotarse mentalmente debido a que asumen los problemas de los demás como su propia responsabilidad.
• Incapacidad para relajarse: Algunas personas pueden tener dificultades para desconectar y relajarse. Por lo que, en estos casos, pueden acabar padeciendo de un colapso mental.

¿Cómo afrontar un colapso mental?

Si sientes que estás en esta situación y no sabes cómo abordarla, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:

1. Tómate descansos más prolongados: A veces te puedes olvidar de descansar. Si sientes que has llegado al límite, debes reservar un tiempo para asegurarte de descansar tanto mental como físicamente. Es fundamental que encuentres un equilibrio entre el trabajo, tus obligaciones, y el tiempo libre.
2. Ten claras tus prioridades: Si sientes que no puedes con todo, una buena manera de aliviar la presión es ordenar tus prioridades. En lugar de centrarte en hacerlo todo, crea una lista con el orden con el que las cosas deben ser cumplidas y síguela.
3. Sé más realista: La mayoría de las personas, sobre todo aquellas que son más propensas a padecer de un colapso mental, tienden a ponerse retos demasiado grandes e idealistas. Por lo que, puede ser un buen ejercicio intentar ser lo más realista posible ante tus metas personales.
4. Ten una actitud más positiva: En muchos casos, las personas que están al límite tienden a tratarse a sí mismas con autodesprecio y negatividad. Cuando esto sucede, es comprensible que puedan experimentar de un colapso mental. Para evitarlo, puede ser una buena idea revisar nuestro diálogo interno, y, sobre todo, intentar lidiar con aquellos pensamientos que pueden producir cierta negatividad hacia uno mismo.
5. Acude a terapia: Si sientes que no puedes salir de un bucle de negatividad o que estás en una situación en la que ya no puedes más, es necesario que contactes con un profesional de la psicología. Este especialista te ayudará a lidiar con esta situación y a entender cómo afrontar estos instantes o los problemas que te llevaron a sentirte así.

Como puedes ver, todas las personas pueden sentir que en ciertos instantes están abordando un colapso mental o emocional. Pero para confrontar estos sentimientos, la clave es priorizarnos a nosotros y nuestra salud mental.

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