Cómo aprovechar las oportunidades de la vida
¿Qué hacemos cuando se nos presenta una oportunidad? ¿La tomamos o esperamos a que llegue el siguiente tren?
Hay una frase muy famosa que dice que el tren solo pasa una vez en la vida. De este modo, si lo perdemos, no podremos recuperar esa oportunidad perdida. Hoy te proponemos hacer un test para saber si estás aprovechando las oportunidades que te presta la vida.
Cuenta cuántas A, B y C sacas y revisa tu resultado:
Preguntas
Cuando conoces a una persona
A. Pienso: ¿será de fiar?
B. No me llama, ya tengo a mis mejores amigos
C. Me pica la curiosidad
Te han cambiado de oficina
A. ¿Habré hecho algo mal?
B. Me da igual, el trabajo es el mismo
C. Puede ser que surjan nuevas oportunidades
El plan del fin de semana se cancela
A. Cunde el pánico; ¿y ahora?
B. Aprovecho y me quedo en casa a descansar
C. Es la ocasión perfecta para hacer aquella escapada pendiente
Es el momento de ordenar la casa
A. ¡Qué cansino esto de tener que tirar cosas!
B. Si tengo que hacerlo, tiro lo indispensable
C. Deshacerme de cosas inútiles me hace sentir bien
Tienes un viaje de trabajo repentino
A. ¿Quién dará de comer al gato?
B. Me invento una excusa y rechazo el compromiso
C. ¡Qué bien! ¡Allá vamos!
Estás olvidadiz@ y no es propio de ti
A. Necesito un suplemento para la memoria
B. Me doy cuenta porque me lo dicen los demás, pero no me afecta
C. Lo noto pero no me juzgo
Las sorpresas
A. Me ponen nervios@
B. Las odio
C. Me encantan
Respuestas
Mayoría A
Cualquier sorpresa o imprevisto te genera ansiedad porque tienes miedo a perder el control. Vives evitando los cambios e intentas tener todo dominado. Es por eso que lo novedoso nunca es acogido con serenidad.
Si consigues relajarte por un segundo podrás mirar la parte buena de lo "nuevo" e incluso darte cuenta de que, a menudo, suelen ser mejores situaciones que el escenario anterior.
Es importante que entiendas que el miedo es la antesala de lo nuevo y que, en realidad, el verdadero temor es aquel hacia el lado misterioso y oscuro que nos habita, que muchas veces nos negamos a conocer.
Mayoría B
Eres de ideas fijas y no ves lo "nuevo" acercarse.
Tiendes a no querer abrir las puertas al cambio y, aunque ya sea algo consumado, tiendes a negarlo. Prefieres seguir tu rutina y rechazas a cambiarla siempre que surge una oportunidad.
¡Cuidado! La vida cambia constantemente y quedarte anclad@ a tus "certezas" no te permite desarrollarte y descubrir día tras día que somos diferentes y que estamos siempre dejando salir a la luz nuevas versiones de nosotros mismos.
Cuando la calma absoluta dura demasiado tiempo, tarde o temprano estalla la tempestad.
Mayoría C
Eres flexible y abiert@ a las novedades. Si no hay señales de cambios, te los creas tú. Estás abiert@ a las novedades y tu flexibilidad es lo que permite acogerlas de forma positiva, sabiendo sacar el mejor partido de la situación.
Tienes espíritu aventurero y estás siempre dispuest@ a afrontar cualquier imprevisto. Sabes adaptarte a las circunstancias sin dejarte dominar por la ansiedad. Vives los cambios como oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Estás en sintonía con tu mundo interior y respetas lo que sientes realmente.
Que no se te pase ninguna oportunidad
Con independencia de que creamos que las oportunidades solo se presentan una vez o que el tren sí puede pasar más veces, lo cierto es que hay ocasiones en las que tenemos delante de nosotros situaciones que podríamos aprovechar pero que no sabemos cómo, o sobre las que dudamos, situaciones que ya no surgen de nuevo y que nos dejan con la incertidumbre de que hubiera cambiado en nuestra vida si la hubiéramos disfrutado.
Las oportunidades pueden ser laborales o estar relacionadas con el amor, los amigos, un viaje… Por eso en Mundopsicologos.com queremos que saques provecho de todas las que se presenten para que sepas disfrutar de ellas y sacarles el máximo beneficio posible; siempre en positivo, por supuesto.
¿Cómo? Con estos consejos:
- No temas equivocarte. Muchas veces no cogemos ese tren que pasa porque nos da miedo equivocarnos, nos da miedo no haber realizado una buena elección. Equivocarnos forma parte de nuestra vida, nos ayuda a aprender, a superarnos y a ser mejores personas. Por tanto, no hay que temer equivocarse con la decisión elegida. Si no es la correcta, no pasa nada: ya tomaremos la opción acertada cuando se nos presente la siguiente oportunidad.
- Arriésgate. Otro miedo que sentimos es sufrir, que la cosa no marche bien o que la oportunidad no sea realmente la que pensamos. Correr riesgos es algo normal. De hecho, siempre corremos riesgos con todo: cuando elegimos un trabajo y no otro, cuando nos comprometemos con la persona que queremos, cuando lo dejamos todo y nos mudamos de ciudad para comenzar un nuevo proyecto. Por eso, no es malo arriesgarse; todo lo contrario, es bueno valorar los pros y contras de las cosas y saber lo que puede costar tenerlas o perderlas.
- No lo pienses tanto. Cuando se nos presenta una ocasión estupenda tendemos a pensar si será buena, si haremos bien cogiéndola, si no tendremos problemas… Muchos condicionantes que nos limitan. Hay que saber lanzarse, siempre con cabeza, por supuesto; hay que saber decir que sí, probar cosas nuevas y correr riesgos.
- No te dejes influir por el qué dirán. Otro tema que nos limita mucho a la hora de tomar una decisión o aprovechar una oportunidad: ¿qué pensarán de mí si hago esto? En la vida no siempre contaremos con la aceptación de todos los que nos rodean. Muchos aplaudirán la elección que hemos tomado; otros la criticarán o la censurarán. Eso sucede con todos los aspectos de la vida, así que ¿por qué condicionar nuestra felicidad por el qué dirán? ¿Por qué no aprovechar una oportunidad que se nos presenta por miedo a lo que piensen los demás?
- Actúa siempre con seguridad. Es normal vacilar y dudar cuando se nos presenta una ocasión, pero si decidimos seguir hacia adelante, si elegimos aprovechar esa oportunidad, debemos actuar de manera segura y, como recoge el famoso dicho, que salga el sol por Antequera.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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