Descubre el poder que tiene pedir

En esta vida, todos tenemos un gran derecho que nos ampara siempre: el poder de pedir lo que deseas en cada momento.

4 SEP 2019 · Lectura: min.
Descubre el poder que tiene pedir

Eso sí, recuerda que para pedir has de ser siempre consciente que no se trata de un acto únicamente individual conseguirlo ya que si el otro decide no darlo, no lo conseguiremos.

La forma más simple, directa y clara de obtener algo, en todos los momentos de la vida, está en el acto de pedir. Cuando queremos desayunar en un restaurante hacemos la petición y se nos concede porque hay una obligación de ser servidos por el otro.

¿Pero qué ocurre en el resto de los momentos? Le podemos pedir a nuestra pareja ese desayuno que nos gusta y en las ganas del otro estará el darlo si quiere o no. Hagamos extensible entonces a todo tipo de situaciones el poder de pedir. 

Pedir es un acto de libertad propia y ajena

La esencia misma de acto de pedir, lleva a la libertad de querer algo que otro o tú mismo quieres obtener. Y, si somos la persona a la que piden, se da ese instante de libertad para darlo o no sin crear en ti un sentimiento de culpa o castigo por no hacerle caso a la petición. Ambas partes somos libres de dar cuando se quiere y es más eficiente si se hace desde una simple petición.

El acto de pedir siempre es situacional. Aceptar si queremos algo en este momento, porque lo necesitamos, y que si se lo pedimos al otro lo conseguimos más rápidamente, hace que no perdamos nuestro tiempo en hipótesis mentales que nos llevan al error de ponernos en mil de situaciones en el lugar del otro. Recuerda que siempre lo más directo es preguntarlo en formulación de petición y esperar la respuesta ante ese momento concreto que se necesita.

Sea cual sea la dirección del acto de pedir, en ambos casos, se obtienen respuestas siempre de dos tipos, un o un NO y ambas acaban con la duda. Es el camino más corto, es la solución más rápida ante cualquier tipo de dilema.

¿Cómo pedir?

El cómo enfocarlo desde el que pide o al que se le pide es igual, solo depende de si quieres o no darlo y tenerlo. En ambos casos el ser libre de decidir es lo más grande, porque nos hace responsables a nosotros mismos del acto posterior. Si lo das es porque quieres y dejas de tener que reprocharlo o quejarte por haberlo dado. Y también dejas de castigarte porque no recibes aquello que quieres.

Pidamos las cosas para simplificar nuestros esquemas mentales y vivamos con la decisión libre de lo que sucede, sin más.  El otro siempre cuenta con su parte de satisfacción por dar lo que quiere desede su libertad sin que por ello se ponga en riesgo la relación.

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Escrito por

Juvenal Ornelas

La carrera profesional de Juvenal es diversa. Ha ejercido en el área laboral durante 12 años en Canarias. También ha trabajado en el ámbito clínico durante 3 años en clínicas privadas. A nivel educativo, lleva más de 5 años y, en la actualidad, compagina la actividad con su consulta propia. Entiende y comprende que la psicología es más que una sola área de actuación.

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