Buenas, soy madre de una chica de 16 años. Hace unas semanas ha empezado una relación con un chico de su edad. Le conocemos y no tenemos ninguna objeción sobre él.
Lo que me preocupa son los cambios de estado de ánimo que le está produciendo.
Cuando va a salir con su chico se pasa horas lavándose, arreglándose el pelo y maquillándose para estar perfecta. El problema son los días en los que no puede salir con él. Se queda en casa vestida solamente con una camiseta grande que le llega casi hasta las rodillas y ni se molesta en entrar a la ducha. Normalmente no le digo nada.
Pero hay días en los que me aburro de decirle que se asee un poco, entonces espero a un momento en el que no esté su padre, le quito la camiseta y las bragas, le enseño lo sucias que están y le envío a la ducha. Entonces ya se despierta un poco y queda con alguna amiga para salir.
No sé si consideran que soy demasiado dura con ella, ¿cuál es su opinión?
Muchas Gracias.
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12 FEB 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Buenos días Mónica,
Entendemos como te sientes con la situación que nos describes.
A veces no es fácil como padre saber que límites poner, cómo apoyar o gestionar determinadas situaciones.
Nuestro equipo de psicólogas estarían encantadas de ayudarte tanto de forma on-line como presencial.
Un cordial saludo.
Equipo de Psicología Castellano y Galtier
12 FEB 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Hola Mónica buenos días, siento mucho que esté pasando por estas situaciones en las cuales no le gusta el comportamiento que tiene su hija.
Su hija está en plena etapa adolescente y la forma de comportarse que tiene se encuadra dentro de la normalidad. Los chicos en la adolescencia están haciendo el duelo por la niñez, que es la etapa anterior y están descubriendo una nueva: la pubertad, en la cual no saben bien cómo comportarse ya que se enfrentan a unos cambios físicos y psíquicos muy notables y de forma muy acelerada. La misma palabra “adolescencia” viene del verbo adolecer que significa tener algún defecto o padecer algún mal; los adolescentes sufren mucho porque hay un cuestionamiento de su mundo emocional y el de sus valores, pasan del grupo de referencia que han tenido hasta hace muy poco que son los padres, al grupo actual que es el de los iguales, chicas/os de su misma edad.
Por lo que Ud. publica en el post, lo conflictivo es sólo el tema de la limpieza, tiene suerte porque es normal que también se vuelvan muy irascibles, que den malas contestaciones y se comporten agresivamente. Es una etapa dura tanto para el chico/a que lo está pasando, como para sus padres, pero es necesaria que la transiten y que los familiares tengan paciencia y que las posibles manifestaciones de rabietas por parte del chico/a que puedan recibir los padres, responden a una situación muy difícil y conflictiva por la que sus hijos están atravesando. En esta etapa, la vida del adolescente se convierte en una montaña rusa emocional, con muchas variaciones en los sentimientos, los gustos, las opiniones y el comportamiento. No son caprichos, ni muestras de que ya no quieren a sus padres, sino formas de manifestar su sufrimiento.
Le recomiendo que no se alarme, trate de comprender y en determinadas situaciones establecer ciertos límites en asuntos que pueden rebasar lo tolerable.
Espero que se vaya resolviendo pronto, es un proceso.
Un cordial saludo
Edison Meneses Torre
Psicólogo-psicoterapeuta.
10 FEB 2018
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Estimada Mónica,
Entiendo que llegado a un extremo se hagan acciones como la que has descrito. Creo que deberías sentarte a hablar con tu hija acerca de lo sucedido y que te explique por qué tiene esa actitud. Intenta averiguar el motivo, dile que estás muy preocupada porque no entiendes su tendencia, y que te gustaría saber si se encuentra triste o algo para tener esa apatía por el higiene. ¿Cómo le va en otros factores de su vida? Veo que en la vida social le va bien pero, ¿y en los estudios? ¿y por qué esa diferencia a cuando va a recogerla su novio a cuando no debe?
Podrías pactar con ella un acuerdo para que se comprometa a cuidar su higiene y a cambio permitirle seguir con su vida social tal y como es ahora, o que en casa no pueda seguir haciendo lo que ella desee en ese momento hasta que no se haya duchado ni limpiado su cuarto (si se diera el caso). Cuida de que a diario haya realizado este hábito y que se haya cambiado de ropa interior a diario, y si no es así, aplica las consecuencias pactadas. Cada vez que cumpla, alaba su esfuerzo y pregúntale cómo se siente. Es bueno que mientras tanto intentéis tener una relación de confianza en el que compartáis vuestro día a día y preocupaciones, y así ayudarle a que pueda ser más abierta contigo. Puede que así te revele alguna preocupación que esté afectando a su conducta.
