7 Claves para desarrollar nuestra oratoria: ¿Por qué es importante?

Millones de personas no son felices en su vida social. El siglo XXI ha sido testigo de logros con respecto a las habilidades con las tecnologías. Podemos ver a personas que son altamente competentes, que conocen muy bien su trabajo, pero que tienen grandes dificultades para interactuar con los demás. Esto es debido a que nuestras habilidades sociales forman parte de un nexo importantísimo de unión entre el individuo y su ambiente. Aun así, es importante considerar que las aptitudes tenemos que enmarcarlas dentro siempre de un marco cultural determinado y por supuesto los patrones de comunicación varían entre culturas y dentro de una misma cultura. Pero, ¿Cuáles son las claves para una buena oratoria?

¿Qué es la oratoria?

La oratoria es la capacidad de dominar el poder hablar en público. Por lo tanto, para poder tener una buena oratoria necesitamos aprender una gran variedad de fortalezas y habilidades como son el carisma, la empatía, la confianza o una buena comunicación. Al poseer una buena oratoria, las personas pueden pronunciar mejor sus presentaciones y discursos, lo que permite hacer llegar mejor nuestro mensaje.

¿Qué capacidades se asocian con una buena oratoria?

Para ser un buen orador, debemos desarrollar las siguientes habilidades sociales:

• Habilidad para decir que no
• Habilidad para pedir favores y hacer peticiones
• Habilidad para expresar sentimientos positivos y negativos
• Habilidad para iniciar, mantener y terminar una conversación
• Hacer cumplidos
• Aceptar cumplidos
• Expresar amor, agrado, afecto
• Defender nuestros propios derechos
• Expresar opiniones personales, incluyendo el desacuerdo
• Disculparnos o admitir nuestra ignorancia
• Manejar las críticas
• Solicitar un trabajo
• Hablar en público

Por lo tanto, la oratoria no puede considerarse una capacidad aislada, sino que en la lista anterior hay muchas habilidades que están dentro de ella.

¿Cómo desarrollar nuestra oratoria?

Algunas de las claves que deberíamos tener en cuenta para desarrollar nuestra oratoria son las siguientes:

1. Nivel de seguridad en sí mismo/a, de la autoconfianza: La capacidad de poder expresarnos de manera segura y confiada es un elemento crucial para desarrollar nuestra oratoria. Por lo tanto, si queremos ser buenos oradores, es esencial trabajar en nuestra autoestima.
2. Tener en cuenta nuestros gestos y lenguaje corporal: Decimos más con nuestro cuerpo y gestos que con nuestras palabras. Entonces, si queremos tener una mejor oratoria, nuestro lenguaje corporal es un aspecto a tener en cuenta. Teniendo esto en cuenta, es importante fijarnos en nuestros gestos, postura y los movimientos que realicemos ante los demás.
3. Usa un contenido adecuado: El contenido de tu discurso también es un punto relevante. Por lo tanto, al prepararlo, deberás asegurarte que el mensaje sea adecuado para los demás. Es decir, usa palabras en la una jerga en la que tu audiencia esté más familiarizada. Por ejemplo, el uso de metáforas y citas te ayudará a darle más vida a tu discurso y a mantener a la audiencia interesada.
4. Conoce a tus interlocutores: Una de las habilidades de oratoria más difíciles, pero esenciales, es la capacidad de poner el foco en la conexión con tu audiencia. Esto implica acercarse a los demás con las palabras y sobre todo pedir feedback.
5. Haz uso de tu rango vocal: La manera en la que usamos nuestra voz también es una de las partes fundamentales en cualquier discurso. Por ejemplo, tu discurso puede parecer muy aburrido si hablas con un tono monótono, lo que hará que tu audiencia pierde el interés rápidamente.
6. Memoriza los puntos claves: Aprenderte todo a la perfección no es una buena estrategia para ser un buen orador. Uno de los puntos claves para llegar a tu público es decir las cosas con el mayor grado de naturalidad posible. De esta forma, es vital aprenderse lo esencial, pero explicarlo a través de tus propias palabras.
7. Practica en entornos realistas: Como cualquier otra habilidad, la mejor manera de mejorar la oratoria es practicando. En estos casos, es crucial que intentes practicar tus discursos en entornos que te sean más familiares, pero que te exijan cierto desafío. A la hora de hablar en público parte de la inseguridad puede derivar de la timidez, de la confianza en sí mismo, pero el resto viene del temor a no ser capaz de realizarlo airosamente. Ese miedo desaparece con la práctica, es decir, es una capacidad que se puede cultivar.

Existen muchas situaciones que serán una oportunidad para desarrollar nuestras capacidades de oratoria, por lo que debemos tomárnoslas como una forma de mejorar esta capacidad. Con el tiempo y trabajo cualquiera que se lo proponga puede llegar a ser un buen orador.

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