¿Cómo superar un trauma? 7 Claves para 'sanar' esta herida

Cuando una persona sufre una experiencia traumática puede generar una serie de emociones negativas que quedan “atrapadas” en el cuerpo y la mente. De este modo, en lugar de sanar el evento hiriente, el trauma permanece en nuestro cuerpo como energía en nuestro inconsciente, afectando nuestra vida hasta que lo descubrimos y lo procesamos. Superar un trauma implica reconocer las emociones angustiosas que nos han dañado en esos instantes, sentirlas y procesarlas como es debido. En cambio, si acabamos ignorando un trauma psicológico o suprimimos los sentimientos ligados a estas experiencias esto puede crear un daño más profundo y duradero.

¿Por qué debemos superar un trauma?

A veces sentimos que no hemos vivido traumas porque pensamos que tiene que ser algo muy impactante a nivel objetivo (un maltrato físico, abuso sexual, o algo de este nivel) cuando es toda experiencia que nos cuesta procesar, y se queda ahí, enquistado, de tal forma que a veces, como no lo recordamos parece que no nos afecta, se queda silencioso en nuestro inconsciente, aunque nos afecta en nuestra autoestima, autoconcepto, a cómo nos relacionamos y cómo tomamos decisiones. 

Cuando una experiencia que para nosotros ha sido negativa nos genera una herida, implica que no hemos aprendido a ubicar y gestionar esta situación, y por ello, seguramente algunas que sean similares en nuestra vida. Al no gestionarlo, acabamos lidiando con ellos como podemos. Aprendemos a vivir con los traumas en vez de plantarles cara (aunque esto no siempre se hace de una forma tan sencilla). 

Ante un trauma, son muchas las personas que creen que nadie los entenderá, que son los únicos que han experimentado una situación así, o que quizá estén exagerando el echo. Esta sensación puede acabar haciendo que nos sintamos desconcentrados y aislados ante los demás, e incluso afectar nuestro día a día. En estos casos, existen algunas razones que deberían empujarnos a hablar y trabajar para superar un trauma:

• Obtener apoyo: Ya sea que requieras de comprensión, de empatía o simplemente sientes que necesitas hablar de esto con alguien, es importante obtener apoyo si sientes que no puedes superar un trauma o que te estás viendo afectado/a por ello.
• Dar un sentido a lo que sucedió: “Procesar” un trauma implica darle un sentido. En muchas ocasiones una experiencia traumática no tiene un sentido, es decir, se trata de un conjunto de emociones, reacciones y preguntas que nos inquietan. Por lo tanto, convertir estos sentimientos y pensamientos en un lenguaje comprensible para nosotros/as es necesario para ‘entender’ el trauma.
• Darte cuenta de que eres más que tu trauma: Un trauma puede suponer un punto de inflexión en la vida de una persona. En algunos casos las personas pueden incluso ver afectada su identidad debido a esta experiencia.
• Quitarle el tabú al trauma: Muchas veces el mantenerlo en secreto nos hace presos de nuestras propias emociones. Al tener ese silencia magnificamos la vivencia, lo que hace más difícil de digerir. Hablar de ello es romper el tabú, darle la importancia que tiene y eliminar nuestras propias cadenas. 

Debes tomarte tu tiempo para empezar a trabajar en superar un trauma. Lo crucial es tomártelo a tu ritmo y hablarlo cuando creas que estás preparado/a. En el caso que creas que requieras de ayuda para sanar el trauma, siempre puedes contar con la ayuda de un profesional de la salud mental.

¿Cómo superar un trauma?

Además de acudir a un psicólogo profesional, las personas pueden trabajar en los siguientes aspectos para superar un trauma psicológico:

1. Date tiempo: Puede tomar un tiempo superar un trauma. Es posible que te lleve bastante trabajo aceptar lo que sucedió o aprender a vivir con ello. Si has perdido a alguien o sientes dolor debido a ello, es fundamental darte permiso para llorar.
2. Habla sobre el evento: Para sanar el trauma es vital hablarlo con alguien de confianza. De hecho, es normal que las personas intenten evitar aquellas cosas que les recuerden al evento e incluso no querer expresar lo que sienten ante los demás. Debes tener en cuenta que evitar estos recuerdos y los sentimientos asociados a ello suele hacer que las personas se sientan mucho peor al respecto.
3. Evita pasar mucho tiempo solo/a: Si sientes que un trauma te está afectando demasiado es importante que intentes evitar asilarte de los demás. Las investigaciones muestran que estar cerca de otras personas hace que sea menos probable que se experimenten problemas de salud mental después de un evento traumático. Ojo con evadir el trauma estando siempre con gente, fiesta, cervezas... En resumen, ocupado/a. Es fundamental hablar de ello y para ello apoyarnos en gente cercana, sin ocupar nuestra mente para no pensar en ello, sino hacer de ese paso más liviano. 
4. Sigue una rutina: Trata de mantener la rutina que mantenías antes de que el evento traumático sucediese, a pesar de que te resulta difícil. Sobre todo, es crucial cuidar la salud física y mental, por lo que debes enfocarte en realizar ejercicio de forma regular, dormir lo suficiente y mantener una alimentación saludable. En esta rutina sigue aspectos básicos de autocuidado, te ayudarán a mantener tu autoestima a flote: meditar, escribir, lavarte la cara, hacer deporte, leer, comer sano... 
5. Toma conciencia de cómo te sientes: Es normal que quieras evitar a toda costa pensar sobre el evento traumático. Pero, evitar trabajar para superar el trauma puede prolongar el estrés y evitar que te recuperes de esta situación.  Para ello viene muy bien meditar, escribir o llevar un diario emocional, hará que estar en contacto con lo que sientes sea más fácil, cuanta más información acerca de tus sensaciones, más cerca estás de la gestión emocional. 
6. Sé paciente: Recuerda que es normal sentirte así ante un evento que te ha generado angustia. Intenta tomarte el proceso de sanar el trauma con calma.
7. Acude a un profesional especializado en trauma: Trabajar mano a mano con alguien que conozca esto hará que el proceso sea más rápido, menos pesado, y trabajaremos aspectos que es importante mantener, como la autoestima, creencias favorables y mecanismos de defensa efectivos ante estas situaciones.

Sanar un trauma es un proceso que requiere de mucho trabajo personal y esfuerzo. Aun así, el primer paso es reconocer que estamos ante este problema y hacer lo posible para lidiar con ello.

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