El placer de viajar

Viajar es mucho más que visitar lugares y conocer lo básico, es salir de la zona de confort conociendo otras maneras de vivir, ampliando la experiencia y enriqueciendo nuestra mente

23 ABR 2019 · Lectura: min.
El placer de viajar

Cuando estamos entrando en el último trimestre antes de las vacaciones de verano, es algo cotidiano que empecemos a pensar en que hacer durante el periodo de descanso del que disponemos.

Cada uno de nosotros tiene unas preferencias con respecto a lo que es disfrutar de las vacaciones. Para unos es descansar, no hacer nada, o sea, disfrutar de la tranquilidad que proporciona no tener que seguir con las rutinas que nos consumen durante todo el año. Para otros, los días de "libertad" son la oportunidad para viajar y descubrir el mundo y para otros es tiempo de hacer cosas que no pueden realizar durante el año.

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Las vacaciones no son sólo un período de descanso del trabajo, también es el momento del que podemos descansar a nivel psicológico. Desconectar es necesario para no quemarnos del día a día. El paro que supone de las obligaciones laborales y de las rutinas diarias es el mejor mecanismo para recargar las pilas, ya que el no tener que pensar en lo cotidiano nos fortalece mentalmente para poder encarar el futuro más próximo.

Una de las aficiones que más se practica durante las vacaciones es viajar. El desplazarse es algo más que ir a un lugar determinado y ver lo más importante. Viajar tiene profundos beneficios psicológicos por diferentes motivos.

En primer lugar, el hecho de viajar se puede dividir en tres partes: preparación del viaje, el viaje en sí y el recuerdo del mismo.

Preparación del viaje

Cuando hemos decidido dónde viajar, es el momento de investigar. Durante esta etapa, que puede ser más o menos larga en el tiempo, es un espacio de ilusión, de preparación y de gratificación. Tenemos un proyecto, trabajamos en él y nos reconforta vernos en el futuro viaje, ya que preparamos actividades, sitios que visitar y nos motiva en la actualidad ya que nos visualizamos en el lugar. Para ello, Internet nos da la facilidad de tenerlo todo a mano y nos alimenta la imaginación, creando una sensación placentera. 

Es un proyecto que nos aporta motivación, ilusión y es una buena herramienta para lidiar con las dificultades diarias.

El viaje

Como ya he dicho antes, viajar no sólo es ir a un lugar y conocer los lugares importantes. Quizás para mucha gente sea eso, pero para muchos viajar es mucho más.

El visitar un lugar desconocido tiene muchos beneficios psicológicos y nos ayudan a mejorar a nivel personal. Explorar un lugar nuevo, conocer una nueva cultura, una gastronomia diferente a la nuestra y la vida en otro lugar, son conocimientos que nos abren la mente y nos ayuda a ver otras perspectivas sobre el mundo y sobre nosotros. Vernos en otro lugar, aceptar otras realidades y conocer otras maneras de vida son ventajas que nos aportan una abertura de tolerancia y conocimiento, dándonos algo más que recuerdos plasmados en fotos de Instagram o recuerdos de Facebook. Viajar es un regalo para nuestra existencia, para nuestros ojos, oídos y gusto.

Después del viaje

Una vez que hemos realizado un viaje, nos quedan los recuerdos. Estos son duraderos y nos van ofreciendo gratificación cuando los volvemos a recordar, tanto a través de fotos, comentar una experiencia o cuando volvemos a plantearnos un nuevo destino.

El viajar no es una actividad que ofrezca una recompensa para todos por igual, porque para cada uno de nosotros la experiencia es vivida con una intensidad distinta, proporcional a las expectativas que depositados en el proyecto.

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Escrito por

Raquel Roldán Aparicio

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