Trastorno bipolar tipo II: ¿Qué es y cuál es su tratamiento?

El trastorno bipolar tiene distintas formas de presentación, una de ellas es el trastorno bipolar tipo II. Entra y descubre qué es y la importancia de su tratamiento. 

21 ENE 2022 · Última modificación: 3 FEB 2022 · Lectura: min.
Trastorno bipolar tipo II: ¿Qué es y cuál es su tratamiento?

Habitualmente, solemos utilizar la palabra bipolaridad o persona bipolar para referirnos a alguien que cambia su estado de ánimo rápidamente, que se muestra distinta en una misma situación. Sin embargo, la bipolaridad no es un cambio de ánimo puntual sino que constituye un trastorno psicológico que tiene un gran impacto en la vida de las personas que lo padecen siendo uno de los trastornos con más riesgo de suicidio

El trastorno bipolar también ha sido conocido como trastorno maníaco-depresivo, psicosis afectiva o depresión bipolar, y en la actualidad, el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales) lo clasifica en distintos tipos como el trastorno bipolar I, trastorno bipolar II, trastorno ciclotímico, entre otros. Pero… ¿Qué es el trastorno bipolar tipo II y qué síntomas comporta? Sigue leyendo para descubrir más sobre este trastorno. 

¿Qué es el trastorno bipolar tipo II?

El trastorno bipolar II (o trastorno bipolar 2), por lo tanto, como ya hemos comentado, constituye un subtipo de diagnóstico del trastorno bipolar. Este subtipo se caracteriza por presentar episodios en que la persona presenta sintomatología depresiva alternado de episodios hipomaníacos. Los episodios de hipomanía son períodos concretos de mínimo cuatro días en los que la persona presenta un estado de ánimo elevado o se irrita con facilidad, tiene más energía de lo habitual, tiene sentimientos de grandeza, etc. 

El trastorno bipolar de tipo 2 suele iniciarse en la adolescencia y a lo largo de la etapa adulta, siendo su edad media de inicio a los 20 años. Normalmente, suele iniciarse con episodios de depresión mayor por lo que, en ocasiones, las personas con este trastorno reciben inicialmente un diagnóstico de trastorno depresivo hasta que presentan un episodio hipomaníaco. Por otro lado, se considera que el trastorno bipolar II es crónico aunque su gravedad varía en función de la cantidad de síntomas que se presentan, su intensidad así como el malestar que genera. Pese a que podemos pensar que lo que más afecta a las personas que lo padecen son los episodios hipomaníacos, la realidad es que los episodios de depresión mayor son más persistentes y discapacitantes ocasionando un gran malestar en el día a día. 

¿Cuáles son sus síntomas?

Según el DSM-5, para que una persona cumpla con los criterios diagnósticos de un trastorno bipolar II tiene que cumplir con dos criterios generales. El primero es que haya padecido o padezca en la actualidad un episodio de depresión mayor y el segundo es que presente un episodio de hipomanía actual o lo haya presentado en el pasado. 

Episodio hipomaníaco: 

Los episodios de hipomanía son períodos en los que la persona presenta un estado de ánimo elevado o irritable y va acompañado  de un aumento anormal de la actividad o de la energía que no puede ser explicado por el efecto de una droga. Para considerar que una persona presenta un episodio hipomaníaco los síntomas tienen que estar presentes durante al menos cuatro días consecutivos y la mayor parte del día. En concreto, se deben cumplir como mínimo 3 síntomas si la persona presenta un estado de ánimo elevado o 4 si la persona presenta un estado en el que predomina la irritabilidad: 

  1. Autoestima: Se presenta un aumento de su autoestima y puede presentar sentimientos de grandeza (exagera algunas capacidades personales, se cree único y/o especial, etc.).
  2. Sueño: La persona puede sentir cansancio pero no siente la necesidad de dormir o duerme muy pocas horas y ya siente que ha descansado suficiente.
  3. Lenguaje: Se puede observar un lenguaje muy apresurado y activo. En comparación a su estado habitual, la persona se muestra demasiado habladora.
  4. Pensamiento: La persona siente que sus pensamientos van a una gran velocidad lo que produce que cambie de temas bruscamente sin lógica alguna.
  5. Atención: Le cuesta mantener la atención, se distrae fácilmente con estímulos que pueden ser totalmente irrelevantes.
  6. Aumento de la actividad: La persona se muestra agitada y hace más actividades en comparación a su estado “normal”.
  7. Participación en actividades peligrosas: Puede llegar a participar en actividades que pueden tener consecuencias negativas. De hecho, muchas personas con episodios hipomaníacos pueden llegar a comprar de forma desenfrenada, mantener relaciones sexuales de riesgo, hacer inversiones de dinero imprudentes, etc. 

Episodio de depresión mayor: 

Para el diagnóstico de un episodio de depresión mayor, se deben haber presentado una serie de síntomas durante al menos dos semanas, tiene que representar un cambio significativo en el funcionamiento de la persona que lo padece y no puede ser explicado por una enfermedad física. Además, para poder hacer el diagnóstico uno de los síntomas debe ser la pérdida del interés o placer o bien, un estado de ánimo triste. Los síntomas son: 

  1. Tristeza: Se siente triste, sin esperanzas y/o vacío la mayor parte del día. En el caso de los niños y/o adolescentes, este estado de ánimo puede ser irritable.
  2. Interés: La persona deja de experimentar placer por aquellas cosas que antes sí que le generaban.
  3. Peso: Se produce un cambio que no corresponde a ninguna dieta para disminuir o aumentar de peso. Se pueden observar tanto un aumento como una disminución del apetito y, por ende, del peso.
  4. Sueño: Se genera una modificación en el patrón del sueño ya sea porque la persona tiene dificultades para dormir (insomnio) o porque tiene sueño la mayor parte del día (hipersomnia).
  5. Energía: Las personas con episodios de depresión mayor pueden sentir una excesiva fatiga o una pérdida de energía. Esto puede ir acompañado de movimientos motores lentos o bien, sensaciones subjetivas de inquietud
  6. Sentimientos de inutilidad o culpabilidad: La persona se siente culpable y/o inútil la mayoría de los días y esa culpabilidad no se centra únicamente en quejas o reproches por tener depresión.
  7. Concentración: La persona tiene dificultades para concentrarse y tomar decisiones.
  8. Pensamientos relacionados con la muerte: Cualquier episodio de depresión puede ir acompañado de ideas suicidas de forma recurrente sin un plan específico, intentos de suicidio o planes específicos para llevarlo a cabo. 

Tratamiento: 

Como ya hemos mencionado, el trastorno bipolar en general puede llegar a ser muy incapacitante para la persona que lo padece y puede comportar problemas para llevar a cabo las actividades diarias. Aunque actualmente no hay ningún tratamiento ni psicológico ni farmacológico que suponga la cura del trastorno bipolar, la intervención puede suponer una gran mejoría de la sintomatología y, por ende, del bienestar de la persona que lo padece. El tratamiento del trastorno bipolar (independientemente del tipo), suele combinar tratamiento farmacológico y tratamiento psicológico: 

Tratamiento farmacológico: 

Se han utilizado una gran variedad de psicofármacos para el tratamiento del trastorno bipolar. El más conocido es el litio, que aunque ha mostrado ser eficaz para el tratamiento de la sintomatología, en ocasiones, erróneamente, se concibe como la cura de este trastorno.  Sin embargo, actualmente no se dispone de ninguna intervención que implique la curación total de la persona que lo padece. Habitualmente, la poca psicoeducación que se le ofrece al paciente sobre su trastorno, acaba causando el incumplimiento en la medicación porque el paciente no obtiene los resultados que creía que iba a obtener. 

Tratamiento psicológico: 

Hay diversos tipos de terapias que han resultado ser eficaces para el tratamiento del trastorno bipolar: 

  • Terapia cognitivo-conductual: El objetivo de esta terapia es modificar por un lado, las creencias disfuncionales que tiene el paciente en relación a sí mismo y al trastorno y por otro, trabajar las habilidades personales para mejorar la implicación del paciente en su tratamiento.
  • Terapia familiar y terapia marital: Las personas somos seres sociales y es obvio que nuestro entorno puede influenciar de manera positiva o negativa en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. En el caso de padecer un trastorno psicológico esto se convierte en un aspecto fundamental ya que hay familiares que pueden reaccionar de forma agresiva u hostil cuando la persona presenta episodios hipomaníacos o depresivos. Es por eso que esta terapia se centra en modificar las dinámicas que pueden perjudicar a la persona que padece trastorno bipolar.
  • Terapia interpersonal: La terapia interpersonal es individual y se utiliza cuando la persona no quiere llevar a cabo la terapia mencionada con anterioridad o bien, porque la persona vive sola. En términos generales, esta terapia se centra en las relaciones interpersonales y en establecer hábitos saludables relacionados con el sueño. Se centra en este último aspecto porque se ha demostrado que la regulación del sueño influye positivamente en el estado de ánimo y  en la mejora de la sintomatología de este trastorno. 

El trastorno bipolar requiere de atención psicológica para que la persona pueda mejorar su calidad de vida y bienestar emocional. Si crees que presentas síntomas parecidos a los mencionados, es importante que busques ayuda profesional para que un psicólogo/a pueda determinar un diagnóstico y planificar conjuntamente el tratamiento más adecuado para ti.

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Escrito por

Carolina Pascual Sanoner

Soy graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona con especialidad en psicología de la salud y psicología clínica de la edad adulta. Después de la carrera, realicé un máster oficial de psicología infantojuvenil, además de otros cursos de especialización. En la actualidad, me encuentro realizando el Máster General Sanitario.

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Bibliografía

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Becoña, E. [Elisardo] y Lorenzo, M.C. [María del Carmen]. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno bipolar. En Pérez, M. [Marino], Fernández, J.R. [José Ramón], Fernández, C. [Concepción] y Amigo, I. [Isaac]. (coords.). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I (197-217). Pirámide. 

Martínez, O. [Olivia], Montalván, O. [Olivia] y Betancourt, Y. [Yandy]. Trastorno bipolar. Consideraciones clínicas y epidemiológicas. Revista Médica Electónica, 41 (2), 467-482. http://scielo.sld.cu/pdf/rme/v41n2/1684-1824-rme-41-02-467.pdf

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Comentarios 1
  • Juana Borges

    ¿Me podría explicar lo que significa tener un trastorno afectivo tipo 2 y cómo vivir con eso?

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