¿Por qué me odio a mí mismo/a? 10 Señales del autodesprecio

¿Tienes a menudo el pensamiento: ‘Me odio a mí mismo/a’? Si tienes este sentimiento de rechazo hacia ti mismo/a, es normal que te sientas frustrado/a debido a ello. El odio hacia uno mismo/a no solo es una señal de que algo falla en nosotros/as sino que además también puede indicar un problema de salud mental. Ante este autodesprecio es importante empezar a trabajar para dejar atrás estos sentimientos y pensamientos. Pero, ¿Por qué sucede y cómo podemos evitarlo?

'Me odio a mí mismo/a': Señales de este sentimiento de rechazo

Es normal que ante un mal día podamos estar frustrados o negativos hacia nosotros mismos/as. Pero cuando el odiarse a uno mismo/a se vuelve una rutina, existen una serie de comportamientos reveladores que pueden indicar que estamos ante una problemática que debemos solucionar:

1. Pensamiento de todo o nada: Las personas con odio a sí mismos/as suelen tener un pensamiento dicotómico, es decir, se ven a sí mismos/as y a la vida en blanco o negro, no existen matices en sus juicios. De este modo, si cometen un error, suelen sentir o que todo está arruinado o que son un fracaso.
2. Se concentran en lo negativo: Incluso si tienen un buen día, estas personas tienen tendencia en concentrarse en las cosas malas que les sucedieron o en aquello que salió mal. De esta forma, el autodesprecio no cesa ni en los buenos días.
3. Razonamiento emocional: Toman sus sentimientos como hechos. Es decir, si notan que se sienten mal o como un fracaso, entonces asumen que estos sentimientos deben reflejar la verdad de la situación y que, de hecho, esto es la realidad.
4. Baja autoestima: Generalmente las personas que suelen odiarse a sí mismas suelen sentir que no están a la altura cuando se comparan con otras personas.
5. Buscar la aprobación: El autodesprecio también hace que se intente encontrar la aprobación externa de los demás para poder validar su autoestima. Es decir, la opinión sobre uno mismo/a cambia dependiendo de cómo te evalúan las personas de tu alrededor.
6. No aceptan cumplidos: El odio a uno mismo/a también implica no ser asertivo/a. Por lo tanto, si alguien te dice algo bueno sobre ellos, suelen descartar estos cumplidos.
7. Tratan de encajar: Siempre encuentra que se siente como un extraño/a en los grupos, lo que hace que siempre esté tratando de encajar con los demás. En estos casos el odiarse a uno mismo/a se traduce en un sentimiento de que a los demás tampoco les gustan.
8. Tomar las críticas como algo personal: El rechazarse y despreciarse a uno/a mismo/a también implica no tener la capacidad de encajar bien las críticas.
9. Autocrítica: Si cometen un error, les cuesta mucho perdonarse a sí mismos/as. También es posible que estas personas se arrepientan de las cosas que hizo en el pasado o lo que dejó de hacer.
10. Punto de vista cínico: Este sentimiento de rechazo no solo es hacia uno/a mismo/a. De este modo, también odian el mundo donde viven, teniendo una perspectiva muy negativa de la vida.

Estas son algunas de las actitudes que podrían indicar que vives con un constante autodesprecio. En estos casos, es importante que acudas a un psicólogo/a profesional para solucionar este odio a la vida y a tu persona.

Causas del odio a mí mismo/a

Si estas actitudes o comportamientos te suenan demasiado familiares, es probable que te preguntes las causas del odio a uno /a mismo/a. En este caso, debemos remarcar que no todas las personas que odian su vida y a sí mismos/as tienen las mismas razones debido a que cada experiencia de vida ha sido distinta. Aun así, el primer paso es reflexionar sobre las razones y empezar a tomar cartas sobre el asunto.

• Crítico interno negativo: Si piensas constantemente ‘Me odio a mí mismo/a’, lo más probable es que tengas un diálogo interno negativo en el que siempre te menosprecias. Esta voz crítica podría hacerte comparar con otros o decirte que no eres lo suficientemente bueno/a. En estos casos, la voz interior crítica suele estar relacionada con las experiencias negativas de nuestra vida. Por ejemplo, un mal trato recibido por parte de los padres durante la infancia, el acoso de los compañeros/as o incluso el resultado de una mala relación amorosa o de amistad.
• Experiencias de la infancia: La relación con los padres o las primeras experiencias en la escuela también pueden marcar un patrón de pensamiento negativo hacia uno/a mismo/a. Este tipo de experiencias más negativas, pueden acabar haciendo que las personas puedan tener un autodesprecio o un odio a su vida debido a ello.
• Malas relaciones: No todo el diálogo interno negativo es debido a nuestras experiencias en la infancia. En algunos casos, las relaciones tóxicas o negativas también pueden influir para experimentar este desprecia a uno/a mismo/a. Estas relaciones pueden ser desde una amistad, una pareja hasta un compañero/a de trabajo.
• Bullying o acoso: Las personas que han sido víctimas de bullying o acoso en la escuela o en el trabajo también pueden acabar sintiendo este odio hacia uno/a mismo/a. De hecho, si tienes  recuerdos retrospectivos de eventos aparentemente insignificantes con acosadores de tu pasado o presente, es posible que la experiencia haya tenido un efecto duradero en tu mente.
• Eventos traumáticos: Un trauma también puede hacer que las personas empiecen a odiarse a uno/a mismo/a o la vida en general.
• Condiciones de salud mental: Un sentimiento de rechazo y autodesprecio también puede ser resultado de trastornos mentales como puede ser la depresión o la ansiedad. De hecho, estos dos trastornos pueden causar síntomas como la desesperanza, la culpa y la vergüenza, haciendo que las personas se sientan mal con ellas mismas.

Consecuencias de odiarse a uno/a mismo/a

Más allá de las causas del odio hacia uno/a mismo/a es relevante entender como nos puede perjudicar tener este tipo de relación con nosotros/as mismos/as. De hecho, este odio puede afectar en lo siguiente:

• Es posible que dejes de intentar hacer cosas porque sientes que solo terminarán mal.
• Puede involucrarse en un comportamiento autodestructivo como usar sustancias, comer demasiado o aislarse.
• Podrías sabotear tus propios esfuerzos o no cuidarte a ti mismo/a.
• Sin saberlo, puedes elegir personas que son malas influencias o que se aprovecharán de ti, como amigos o parejas tóxicas.
• Es posible que tengas problemas con la baja confianza en sí mismo y la baja autoestima.
• Es posible que tengas problemas para tomar decisiones y sientas que necesitas que otros te guíen cuando te paralices en la indecisión.
• Es posible que tengas una tendencia perfeccionista y te cueste hacer las cosas.
• Es posible que te preocupes en exceso por los problemas cotidianos o por tu futuro.
• Te resulta difícil creer cosas buenas sobre ti mismo/a y sientes que los demás solo están siendo amables o manipuladores cuando te felicitan.
• Es posible que no puedas perseguir sus metas y sueños y te sientas estancado/a.
• Puedes dudar de tus habilidades y de lo que puedes lograr.
• Es posible que veas el futuro como muy sombrío y sin expectativas positivas.
• Puedes sentir que no perteneces a ningún lado y que nunca puedes encajar.

En muchos casos al odiarse a uno/a mismo/a las personas pueden acabar autosaboteándose, lo que puede implicar a experimentar más negatividad. De este modo, mientras permanezcas en este ciclo de odio hacia ti mismo/a, te costará mucho avanzar.

¿Cómo combatir el odio a uno/a mismo/a?

Si estás buscando superar el odio hacia uno/a mismo/a, existen varias cosas que puedes hacer para romper este ciclo:

1. Lleva un diario: Mantener un diario puede ayudarte a enfocarte en los aspectos positivos de tu día a día. Además también te permite examinar las situaciones, así como los patrones que hacen desencadenar este diálogo interno negativo.
2. Habla con tu crítico interno: Trata de identificar los pensamientos negativos y cuestiónalos, es decir, hazte preguntas acerca de si tus pensamientos son realistas o si estás participando en pensamientos distorsionados.
3. Practica la autocompasión: Esto significa intentar ver las situaciones desde otra perspectiva, es decir, ver las cosas buenas que has logrado y terminar con un pensamiento en blanco o en negro.
4. Practica la meditación: El odio o el autodesprecio suelen ser el resultado de un mal hábito mental al darle demasiado peso a ciertas situaciones negativas. A través de la meditación las personas pueden empezar a regular sus pensamientos, es decir, a identificarlos y a poder razonar con ellos.
5. Acude a terapia: Si crees que este tipo de odio puede ser resultado de un trastorno mental como la depresión o la ansiedad, es importante que acudas a un profesional de la salud mental para poder rectificar esta relación contigo mismo/a.

Aprender a dejar este sentimiento de rechazo hacia nosotros/as mismos/as es el primer paso para empezar a valorarnos más y sentirnos más capacitados para tener una vida más acorde con lo que realmente queremos. La relación con nosotros/as mismos/as es la clave para empezar a mejorar tanto por dentro como por fuera.

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