Desensibilización sistemática: ¿Para qué sirve y qué tipos hay?

¿Tienes alguna fobia? Descubre qué es la desensibilización sistemática y cómo puede ayudarte esta técnica.

30 DIC 2021 · Última modificación: 28 ENE 2022 · Lectura: min.
Desensibilización sistemática: ¿Para qué sirve y qué tipos hay?

La desensibilización sistemática es una técnica que fue desarrollada por Joseph Wolpe en 1958. Desde su creación ha sido ampliamente utilizada para el tratamiento de distintos trastornos de ansiedad, entre los que destacan las fobias específicas como, por ejemplo, la fobia a la sangre, a los hospitales, al avión, a los animales, a conducir, a las tormentas, etc. Ha mostrado ser una de las técnicas más eficaces para disminuir miedos irracionales, trastornos fóbicos y ansiedades asociadas a estímulos concretos. 

¿Qué es la desensibilización sistemática?

La desensibilización sistemática (o DS) es una técnica utilizada por los terapeutas que tiene como objetivo, en términos generales, afrontar los miedos de forma gradual, mediante aprozimaciones a los elementos temidos. Es una técnica de terapia de conducta, muy utilizada también en terapia cognitivo conductual. La DS se basa en un principio llamado inhibición recíproca que plantea que hay estímulos que, de forma automática, producen respuestas de ansiedad y pretende que estos mismos estímulos generen, también de forma automática, respuestas que son incompatibles. Una respuesta incompatible es aquella que es imposible que se dé a la vez que se da la ansiedad como, por ejemplo, la relajación. Por lo tanto, si se entrena a la persona a emitir respuestas de relajación ante estímulos ansiógenos, esta ansiedad se verá debilitada y, por ende, tampoco evitará ciertas situaciones.

¿Cuál es el procedimiento? 

Esta técnica puede tener distintas variantes de aplicación y su procedimiento variará dependiendo del tipo de desensibilización que se esté utilizando. En este caso, explicaremos los pasos de la desensibilización sistemática en imaginación: 

  1. Selección y/o desarrollo de la respuesta incompatible: La respuesta incompatible más utilizada ha sido la relajación ya que es fácil de aprender, es eficaz y rápida de aplicar. Sin embargo, se pueden escoger otras respuestas que cumplan con estos requisitos. En el caso de aplicar la desensibilización sistemática en niños, por ejemplo, se suele utilizar la imaginación de imágenes agradables como la visita de una heroína o un superhéroe. Sea como sea, si la persona no tiene ningún recurso de relajación ni ninguna respuesta incompatible, se hará un proceso previo de entrenamiento.
  2. Elaboración de una jerarquía: Una vez conocida y entrenada la respuesta incompatible, se le pedirá a la persona que ordene las situaciones temidas según el grado de ansiedad que le producen. Para ello, se utiliza una escala del 0 al 100 donde 100 es la situación más temida. Por ejemplo, una niña que presenta una fobia a las inyecciones, puede mostrar 0 ansiedad al estar cerca de un hospital, un valor de 50 al ver a una enfermera y 100 la inyección en sí. De esta manera, la exposición al estímulo temido se hace de forma gradual.
  3. Evaluación y entrenamiento de la imaginación: Es imprescindible que antes de iniciar la técnica, se evalúe la capacidad de imaginación de la persona con el objetivo de comprobar que realmente la persona es capaz de imaginar de forma realista las situaciones de la jerarquía y que verdaderamente le producen ansiedad ya que sino la técnica no tendría ningún efecto.
  4. Proceso de desensibilización sistemática: Una vez realizados los pasos anteriores, se pasa a la aplicación propiamente dicha. Ésta se basa en ir presentando los estímulos de la jerarquía según el orden establecido previamente empezando por el que le genera menos ansiedad. Esto se hará cuando la persona esté practicando la respuesta incompatible y la presentación se realizará en distintas sesiones hasta poder llegar a la última escena de la jerarquía. 

¿Qué tipos de desensibilización sistemática hay?

Como ya he comentado anteriormente, no hay una única forma de aplicar la técnica sino que, dependiendo de las características de la persona, la fobia y los recursos, se escogerá una variante u otra. Las más conocidas son: 

  • En vivo: Esta variante se caracteriza porque la aplicación de los estímulos de la jerarquía no sucede en la imaginación sino que se presentan de forma real. Sin embargo, la base sigue siendo la misma, presentar los estímulos de la jerarquía a la vez que se emite la respuesta incompatible. Al ser en el contexto real, tiene una ventaja muy clara y es que la reducción de la ansiedad se produce en el contexto cotidiano del individuo. Sin embargo, en determinadas ocasiones, como por ejemplo, en el caso del miedo a las tormentas, es imposible aplicar este formato dado que no se puede llevar a cabo un control estimular, es decir, no se puede graduar la intensidad ni su presentación. 
  • En imaginación: Implica la exposición del estímulo temido imaginándose las escenas. Para ello es importante ver la capacidad imaginativa de la persona. Durante el proceso, el sujeto debe desarrollar una imagen mental lo más vivida posible que sea similar a las situaciones que le generan ansiedad. Se trata de imaginar escenas concretas y se pide que den todo lujo de detalles. Poco a poco se van haciendo cambios en la imagen imaginada hasta crear escenas diferentes y realistas.
  • En grupo: Como ya indica su nombre, se caracteriza por aplicar la técnica de forma grupal, generalmente, de cuatro a seis personas que presentan el mismo problema o fobia. Ante esto, os podéis preguntar cómo se haría la jerarquía mencionada con anterioridad. La respuesta es que el terapeuta debe conseguir crear una jerarquía con la que se puedan identificar todos los componentes del grupo y el ritmo de presentación de los estímulos se adaptará a la persona que avance más lentamente, es decir, hasta que todas las personas no hayan dejado de sentir ansiedad ante un determinado estímulo no se continuará. Aunque esta forma es poco individualizada, tiene como ventaja que se reduce el tiempo y ha mostrado buenos resultados.
  • Mediante realidad virtual: El avance de la tecnología ha propiciado nuevas formas de poder aplicar determinadas técnicas psicológicas. En este caso, la presentación de los estímulos se hace a través de la realidad virtual. El único requisito es que esta presentación debe ser realista. Sin embargo, esta variante es la menos utilizada ya que su forma de aplicación tiene un coste económico superior a otros formatos.
  • Enriquecida: La desensibilización sistemática enriquecida se caracteriza por imaginar las escenas de la jerarquía pero con la diferencia de que en este caso, se incorporan estímulos físicos como olores, ruidos, etc. Por ejemplo, en el caso de la fobia a las tormentas, se podría utilizar el sonido de la lluvia para que la persona pueda imaginar mejor la situación. 

¿Para qué se utiliza? 

Esta técnica ha sido utilizada para el tratamiento de distintos trastornos como: 

  • Fobias específicas: Se considera que esta técnica es una de las más efectivas para el tratamiento de las fobias específicas siempre y cuando la persona no presente más de cuatro distintas. Ejemplos de fobia específicas que habitualmente se tratan con esta técnica son la fobia a los exámenes, la fobia social, fobia a intervenciones dentales, fobia a volar en avión, fobia a exámenes médicos, fobia a las alturas (o acrofobia), etc.
  • Trastorno por adicción al juego: Se ha utilizado esta técnica para el tratamiento de la adicción al juego. Concretamente, se ha comprobado que la variante en imaginación es eficaz para la reducción de la sintomatología de este trastorno. Concretamente, se le pide a la persona imaginar aquellas situaciones que considera que le pueden impulsar a jugar mientras se emite una respuesta de relajación.
  • Pesadillas: Según el enfoque cognitivo-conductual, las pesadillas se podrían relacionar con trastornos de ansiedad. En concreto, esta técnica se aplicaría a través de jerarquías con el contenido de los sueños. Sin embargo, se constató que la intensidad de las pesadillas respondió mejor al entrenamiento en relajación y que el beneficio de la desensibilización sistemática se producía más a largo plazo. 

La desensibilización sistemática siempre debe ser aplicada por un psicólogo/a ya que exponerse a estímulos fóbicos sin la ayuda de un profesional puede acabar siendo contraproducente. Es por ese motivo que es importante que para el tratamiento de cualquier trastorno psicológico se acuda a un profesional que pueda acompañarnos en este proceso. 

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Escrito por

Carolina Pascual Sanoner

Soy graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona con especialidad en psicología de la salud y psicología clínica de la edad adulta. Después de la carrera, realicé un máster oficial de psicología infantojuvenil, además de otros cursos de especialización. En la actualidad, me encuentro realizando el Máster General Sanitario.

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Bibliografía

  • Echebúrua, E. [Enrique], Salaberría, K. [Karmele] y Cruz-Sáez [Marisol]. (2014). Nuevos retos en el tratamiento del juego patológico. Terapia psicológica, 32 (1), 31-40. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-48082014000100003
  • Labrador, F.J. [Francisco Javier] y Crespo, M. [María]. (2008). Desensibilización sistemática. En F.J. Labrador (coord.), Técnicas de modificación de conducta (pp. 243-260). Pirámide.
  • Vallejo-Slocker, L. [Laura] y Vallejo, M.A. [Miguel A.]. (2016). Sobre la desensibilización sistemática. Una técnica superada o renombrada. Acción Psicológica, 13 (3), 157-168. https://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.16539 

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