Personalidad perfeccionista: ¿Por qué el perfeccionismo es sinónimo de frustración?

¿Crees que eres una persona perfeccionista? ¿Sabes que ser perfeccionista puede ser negativo? Descubre la cara oculta del perfeccionismo y cómo este puede afectar a tu salud mental.

2 JUN 2020 · Última modificación: 11 FEB 2021 · Lectura: min.
¿Cómo son las personas perfeccionistas?

Son muchas las ocasiones en las que consideramos el perfeccionismo como un rasgo bueno de nuestra personalidad. Pero en realidad las personas perfeccionistas pueden llegar a tener bastantes problemas consigo mismas. Hasta en algunos casos ser perfeccionista se vuelve en contra de ellos. Descubre el lado oscuro del perfeccionismo.

¿Qué es ser un perfeccionista?

El perfeccionismo en psicología se define como una característica de la personalidad que cuenta con dos vertientes: la favorable (cuando las personas perfeccionistas son responsables con su actitud) y la desfavorable (cuando surgen problemas como la ansiedad anticipada).

En este sentido ser perfeccionista, lo que es una enorme ventaja en algunos ámbitos, puede convertirse en un hándicap emocional que perjudica gravemente la salud del individuo, hasta el punto de devenir en un rasgo que anula la virtud inicial. En estos casos el perfeccionismo es sinónimo de frustración ya que puede producir una ansiedad que al mantenerse durante un tiempo, puede derivar en un trastorno que perjudique la mayor parte de su vida.

El perfeccionista, tendrá que aceptar y regular ese atributo de personalidad, adquiriendo estrategias psicológicas que neutralicen los aspectos desagradables del perfeccionismo.

La persona perfeccionista es aquella que tiende a buscar la perfección en todo lo que hace, intenta mejorarlo una y otra vez. En psicología, el perfeccionismo consiste en la creencia de que se puede y se debe alcanzar la perfección. Y es una creencia porque la persona se convence de que cualquier cosa por debajo de su ideal de perfección es inaceptable.

¿Soy una persona perfeccionista?

Los perfeccionistas tienen muchas características que pueden beneficiarlos en su día a día. Por otro lado, también sufren de algunos rasgos que pueden ser autodestructivos.

  1. Pensamiento de todo o nada: Las personas perfeccionistas acostumbran a tener la vista fija en las metas más elevadas y al trabajo duro para llegar a alcanzarlas. A pesar de que esta es una buena forma de conseguir motivación, la realidad es que el perfeccionista puede llegar a no aceptar nunca nada que no sea perfecto, viendo sus logros como un fracaso.
  2. Autocrítico: La persona perfeccionista acostumbra a llevar un crítico en su cabeza que constantemente está señalando todo aquello que hace mal. Además estos tienden a concentrarse en los errores e imperfecciones que detectan en ellos y acaban no viendo todo lo bueno que les caracteriza.
  3. Empujados por el miedo: Las personas que consiguen triunfar normalmente están atraídas hacia sus metas por el deseo que sienten por alcanzarlas. En cambio, una personalidad perfeccionista acostumbra a verse empujada hacia sus objetivos por el temor de no poder llegar a ellas.
  4. Falta de realismo: Son muchos los casos en los que los perfeccionistas acaban poniéndose metas casi inalcanzables. A pesar de que una de las claves del éxito es precisamente intentar aspirar a lo más alto, en la realidad una persona perfeccionista acaba teniendo expectativas muy poco realistas.
  5. Centrado en los resultados: Las personas que tienen éxito se centran en disfrutar de todo el proceso, mientras el perfeccionista sólo puede ver el resultado o la meta. De esta forma, están tan preocupados por alcanzar la meta y evitar el fracaso que no pueden disfrutar del proceso de crecer y esforzarse.
  6. Deprimidos por metas incumplidas: Uno de los rasgos más comunes de una personalidad perfeccionista es precisamente que a estos les cuesta poder recuperarse de sus propias decepciones. Tanto es así que estos tienden mucho a castigarse y a revolcarse en los pensamientos negativos que les surgen de sus metas fallidas.
  7. Miedo al fracaso: El miedo al fracaso es una de las características más visibles en una personalidad perfeccionista. Al tener mucha tendencia a ver lo malo de sus acciones, es muy probable que tengan un temor excesivo a fracasar.
  8. Procrastinación: A pesar de que parezca contradictorio, la realidad es que una persona perfeccionista tiene una clara tendencia a la procrastinación. Esto es debido a que su miedo al fracaso les impide empezar una tarea difícil con la que haya muchas probabilidades de no hacer a la perfección.
  9. Defensividad: A una persona perfeccionista no se le puede criticar su actitud ya que se lo toman, en la mayoría de los casos, a la defensiva. A pesar de que sean críticas constructivas, estos lo verán como que están señalando su imperfección.
  10. Baja Autoestima: Debido a su autocrítica constante y su falta de realismo, los perfeccionistas tienden a padecer de una baja autoestima. De esta forma, el perfeccionismo se retroalimenta con esta falta de autoestima dañando más la salud mental de sus afectados.

Si crees que tienes muchos de estos rasgos de un perfeccionismo mal llevado, es importante que trabajes en ellos ya sea con tus propias herramientas o con la ayuda de un profesional de la salud mental.

¿Cómo son las personas perfeccionistas?

Aspectos positivos del perfeccionismo 

El perfeccionismo no tiene por qué ser malo o considerado patológico. De hecho, podemos conocer muchas personas con rasgos de personalidad perfeccionista que gestionan de manera adecuada sus cualidades o capacidades personales en los diferentes ámbitos de su vida sintiéndose satisfechas y en equilibrio, tanto en lo laboral como personal, familiar o social.  

Son personas responsables, trabajadoras, con capacidad de análisis y visión global de las cosas, que ante una situación determinada son capaces de tomar las riendas y tomar decisiones importantes, son leales y justas por lo que suelen mantener muy buenas amistades y relaciones duraderas.

Aspectos negativos del perfeccionismo 

Sin embargo, como las monedas, el perfeccionismo tiene dos caras. En este caso, la cara oculta del perfeccionismo obsesivo suele ser más dañina. Las personas perfeccionistas pueden llevar estas características de su personalidad al extremo y eso les genera una gran insatisfacción general con la vida.

El problema de la personalidad perfeccionista surge cuando se convierten en hiperresponsables, se pueden incluso plantear si son adictas al trabajo, o esa perseverancia les lleva a una ambición por la cual nunca se sienten satisfechos por lo conseguido o alcanzado. Esta exigencia también puede proyectarse a los demás y puede generar dificultades en las relaciones laborales o personales.

Además en estos casos la perfección es sinónimo de algunas patologías psicológicas. Tanto es así que las personas muy perfeccionistas pueden desarrollar pensamientos y comportamientos muy rígidos que en muchas ocasiones genera frustraciones, culpa y pesimismo. Esto pone en juicio la valía personal al ver que las cosas no salen como las había previsto desarrollando una baja autoestima.

¿Cuándo una personalidad perfeccionista se convierte en un problema?

El perfeccionismo pasa a ser una patología, es decir, un trastorno de la personalidad, también llamado como “Trastorno Anancástico de la Personalidad” o “Síndrome del Perfeccionista” cuando estas características hacen sufrir a la persona y a los que le rodean.

Probablemente tiene un importante componente genético, ya que se pueden observar niños que muestran estos rasgos desde la infancia, sin embargo, la causa de que se siga desarrollando y evolucione en esta línea será los refuerzos que reciban estas personas, es decir, dependerá del aprendizaje que reciba de sus personas de referencia y de las circunstancias que le rodeen en la vida.

 Síntomas patológicos

  • Detallismo y minuciosidad
  • Hiperresponsabilidad
  • Necesidad de control
  • Creencias rígidas y dificultad para la flexibilidad
  • Sentido exacerbado de la justicia
  • Alta exigencia consigo y con los demás
  • Exagerada atención al qué dirán o pensarán los demás
  • Radicalidad (todo o nada)
  • Anticipación negatividad

La cara oculta del perfeccionismo

En estos casos la personalidad perfeccionista presenta una serie de características que pueden llegar a convertirse en una actitud muy dañina para aquellos que lo padecen. Tanto es así que ser perfeccionista acaba siendo un sinónimo de frustración o de una depresión encubierta. Según los psicólogos este tipo de perfeccionismo obsesivo puede surgir de lo siguiente.

  1. Estilo de educación punitivo: Cuando los progenitores son exageradamente críticos con sus hijos, estos valoran en exceso los elogios recibidos por sus padres; por lo que buscarán complacer a los mismos, actuando teniendo como objetivo principal "no decepcionarlos" y que "estén orgullosos" de ellos.
  2. Comparación a la alta: En familias con un elevado historial de logros (atendiendo a lo que cada núcleo familiar considera exitoso), suele crearse un patrón en el que los miembros, consciente o inconscientemente, guían su conducta en función de lo que creen que se espera de ellos (notoriedad). La presión por obtener resultados, así como la admiración y el orgullo que generan, elevará la autoexigencia y acabará transformando su personalidad perfeccionista en toda una patología mental.
  3. Autoestima baja: Las personas que atravesaron circunstancias vitales traumáticas (p.ej. bullying en el colegio), tienden a buscar la aceptación de los demás, fijándose niveles de exigencia no realistas, por miedo a decepcionar. Vivencian el error como un fracaso, esforzándose en exceso para compensar sus sentimientos de inferioridad. En estos casos la perfección es sinónimo de depresión o de ansiedad.
  4. Abuso del refuerzo positivo: Cuando los menores reciben un nivel de alabanzas no realista, se acostumbran a depender de la aprobación y la adulación de terceros. En este caso, su autoestima estará demasiado ligada a lo que opinen los otros de él. Tanto es así que buscará siempre destacar con lo que su lado perfeccionista puede afectarle cuando no le salgan las cosas tal como había planeado.
  5. Entornos desfavorables: Cuando los menores se crían en un ambiente donde existe una problemática que requiere un cuidado especial (p.ej. enfermedad crónica), crecen tratando de "no dar problemas" y "hacer las cosas bien". Además, suelen recibir atención cuando completan una tarea con éxito (p.ej. sacando buenas notas), por lo que su autoexigencia aumentará para obtener, de nuevo, el interés de sus seres queridos.
  6. Frustración: Si un niño aprende de modo deficitario a "perder", no tolera "no ganar"; asignándose metas poco sensatas (a nadie se le da bien "todo"). Por lo tanto su personalidad perfeccionista acabará derivando en una constante frustración.
  7. Modelado: Los niños aprenden observando la conducta de los demás, especialmente la de sus padres; si estos son perfeccionistas, es probable que el menor imite a aquellas personas que considera su referente.
  8. Factor psicosocial: La sociedad valora el perfeccionismo como un rasgo positivo, y lo favorece en todos los aspectos (p.ej. publicidad). Es por este motivo, que en muchas ocasiones las personas buscan este rasgo de la personalidad como algo que es completamente positivo.

"El perfeccionismo es una pulida colección de errores"

Mario Benedetti

¿Cómo superar el exceso de perfeccionismo?

¿Cómo controlar el perfeccionismo?

Identificar y reconocer el sufrimiento que les genera es el primer paso para que la persona acceda a pedir a ayuda y a dejarse ayudar. Luego hay que confiar en el terapeuta y trabajar en el cambio:

  1. Trabajar en el autoconocimiento y autoestima: Para dejar de lado los aspectos negativos de una personalidad perfeccionista es vital intentar conocerse mejor a uno mismo. El autoconocimiento podrá revelarnos el por qué buscamos con tanta presión el reconocimiento de los demás o por qué queremos llegar a la perfección en todo. Trabajar con nosotros mismos y descubrir las razones detrás del perfeccionismo será el primer paso para conseguir avanzar hacia una dirección más equilibrada.
  2. Identificar las creencias erróneas: Los pensamientos de todo o nada, malo o bueno, o que se basan en sólo blancos y negros son catastróficos para nuestra salud mental. Tanto es así que esta clase de razonamientos son claros sinónimos de depresión, ansiedad y exceso de estrés. Cuando te enfrentas a tu lado perfeccionista debes visualizar que este tipo de pensamientos deben corregirse para buscar el equilibrio de este rasgo de tu personalidad.
  3. Aceptar los errores: Aprender a relativizar y desarrollar la flexibilidad ante las cosas es una virtud que todos debemos practicar. En muchas ocasiones tener un fracaso acaba siendo un sinónimo de frustración cuando en la realidad no debería ser así. Por lo tanto, es vital intentar ver los errores como una oportunidad para mejorar.
  4. Plantear objetivos realistas: Las personas perfeccionistas deben ponerse metas alcanzables a corto plazo y disfrutar de los logros conseguidos, incluso premiarse. En muchas ocasiones el perfeccionista se pondrá objetivos tan elevados que será prácticamente imposible poder llegar a ellos. Esto no sólo frustra al perfil de persona perfeccionista, sino que además le puede desalentar a llegar a su meta.
  5. Respectar las pausas: Darse permiso para uno mismo para “perder el tiempo” y no hacer “nada” productivo, simplemente relajarse y dedicarse tiempo a su autocuidado físico y emocional.

Las personas perfeccionistas tienen un rasgo de la personalidad que puede ser toda una ventaja para conseguir sus objetivos si consiguen llegar a un equilibrio entre su idealismo y la realidad que les rodea. Ser perfeccionista es un auténtico reto.

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Escrito por

Esther Rodríguez Díaz

Psicóloga formada desde un enfoque interdisciplinar. Especializada en terapia sistémica y psicosomática. Pone énfasis en un tratamiento realizado siempre contando con la estrecha relación que hay entre la mente y cuerpo, así como todo el contexto que rodea a una persona.

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Bibliografía

  • Scott, E (2020). Perfectionist Traits: Do These Sound Familiar? Very Well Mind. https://www.verywellmind.com/signs-you-may-be-a-perfectionist-3145233
  • Benson, E. S. (2003). The many faces of perfectionism. Monitor on Psychology, 34(10). http://www.apa.org/monitor/nov03/manyfaces
  • GT, (2019). Perfectionism. Good Therapy. https://www.goodtherapy.org/learn-about-therapy/issues/perfectionism
  • Ruggeri, A (2018). The dangerous downsides of perfectionism. BBC Future. https://www.bbc.com/future/article/20180219-toxic-perfectionism-is-on-the-rise

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Comentarios 3
  • Jaime

    Gran artículo, revelador para mí.

  • Mauricio Betancurt

    Que artículo más interesante Gracias, me gustaría recibir ayuda de ustedes.

  • Yolanda

    Me identifico mucho. Al día de hoy llevo 6 sesiones con mi psicóloga y es justo lo que estamos trabajando, en mi autoconocimiento y autoestima. Gracias por los consejos.

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